Por Ximena Moya.
El planeta enfrenta una encrucijada decisiva. En un contexto global marcado por el cambio climático, la crisis energética y la vulnerabilidad de los ecosistemas, la humanidad tiene en sus manos la posibilidad única de ser parte de la solución. Desde la ingeniería, el compromiso y la colaboración son claves para transformar estas realidades. La fragilidad que hoy caracteriza a nuestras infraestructuras y entornos no debe ser vista como una debilidad, sino como un motor para actuar con urgencia y responsabilidad.
En este momento crucial, el cambio climático deja de ser un fenómeno futuro para convertirse en una realidad presente que exige respuestas inmediatas. Los glaciares se derriten, los ecosistemas colapsan, y regiones remotas como la Antártica revelan cómo nuestras acciones afectan hasta los rincones más aislados del planeta. Enfrentamos una crisis que no distingue fronteras ni disciplinas, y cuyas consecuencias repercuten en todos los ámbitos de nuestra existencia.
Desde la ingeniería comprendemos también la importancia y el desafío energético para el desarrollo. Las tecnologías renovables, como la solar, la eólica y el hidrógeno verde, representan soluciones tangibles, pero su impacto depende de nuestra voluntad de implementarlas a gran escala. La tecnología, más allá de ser una herramienta técnica, es una catalizadora para la acción. Es el medio donde es posible conectar y alinear propósitos individuales con propósitos colectivos para generar impactos reales y trascendentes.
La fragilidad que enfrentamos hoy es un llamado a actuar con creatividad, urgencia y compromiso. Como profesionales, tenemos las habilidades y el conocimiento para marcar la diferencia, pero también la responsabilidad de hacerlo. De nuestras decisiones dependerá la subsistencia de las generaciones futuras. Lo que construyamos hoy será mucho más que tecnología o infraestructura: será esperanza, será futuro.
Desde UNTEC, reafirmamos nuestro compromiso con esta misión. Juntos, podemos hacer realidad un futuro sostenible para todos.