- Rodrigo Pascual, académico y especialista en gestión de activos, destaca la necesidad de una política industrial que permita a Chile transitar hacia una economía más compleja y sostenible.
- Sectores clave como minería, agricultura y energía requieren innovación tecnológica urgente para enfrentar los desafíos de productividad, sostenibilidad y transición hacia energías limpias.
La ingeniería chilena enfrenta importantes desafíos para adaptarse a un mundo cada vez más tecnológico y sostenible. Según Rodrigo Pascual, miembro de UNTEC, el desarrollo de capital humano, la implementación de inteligencia artificial y la colaboración entre universidades, gobierno e industria son esenciales para potenciar sectores estratégicos y emergentes como minería, electromovilidad y energías renovables. La Fundación UNTEC juega un rol clave en este proceso, impulsando la transferencia tecnológica e industrial en beneficio del país.
En un contexto global marcado por la acelerada transición tecnológica y la creciente preocupación por la sostenibilidad, la ingeniería en Chile enfrenta el desafío de evolucionar hacia un modelo que combine productividad, innovación y respeto por el medio ambiente. Para Rodrigo Pascual, destacado académico y director en la Fundación para la Transferencia Tecnológica UNTEC, este camino exige un enfoque integral y colaborativo.
«Chile carece de una política industrial formal, lo que ha facilitado la adquisición de tecnología en el mercado internacional. Sin embargo, esto también representa una oportunidad para desarrollar capacidades locales, especialmente en áreas como el mantenimiento predictivo mediante inteligencia artificial», señala Pascual.
Sectores tradicionales como la minería, el agro, y la energía renovable se posicionan como prioritarios para implementar avances tecnológicos que permitan aumentar la productividad, reducir costos y minimizar impactos ambientales. Al mismo tiempo, Pascual destaca el potencial de industrias emergentes como la astronomía y la transición hacia energías limpias, como el nitrógeno verde y la electromovilidad.
El especialista también subraya la importancia de fortalecer la formación de capital humano. «Es importante que Chile desarrolle modelos de aprendizaje a lo largo de la vida, en donde el regreso a la universidad para actualización y logro de nuevas capacidades sea algo común, periódico», asegura Pascual. En este contexto, las universidades tienen un rol crucial al adaptar sus currículos y metodologías de enseñanza para responder a la creciente demanda de innovación.
En esta línea, UNTEC trabaja como un puente entre la academia y la industria, promoviendo el desarrollo y la implementación de soluciones tecnológicas que impacten positivamente en la comunidad. «Nuestra misión es facilitar el crecimiento del país al transferir conocimiento y tecnología de vanguardia», explica Pascual.
Finalmente, el equilibrio entre desarrollo industrial y sostenibilidad es ineludible. «No hay planeta B. Cada actor debe gestionar conscientemente los recursos que utiliza y los residuos que genera», enfatiza Pascual, quien concluye que la ingeniería chilena debe liderar en áreas como energías verdes, sistemas autónomos e inteligencia artificial para no quedarse atrás en el escenario global.