UNTEC

Departamento de Ingeniería de Minas refuerza su liderazgo en formación e innovación para la minería del futuro

  • La unidad académica fortalece su vínculo con la industria e impulsa la innovación tecnológica.

El Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de Chile vive un proceso de fortalecimiento académico y de vinculación con la industria, en un contexto en que la minería sigue siendo una actividad estratégica para el país y enfrenta exigencias crecientes en materia ambiental, tecnológica y social. Desde esta posición, la unidad se reconoce como un actor clave en la formación de profesionales para el sector y en la generación de soluciones para los desafíos actuales y futuros de la actividad extractiva.

El director del Departamento, Leandro Voisin, subraya el rol histórico y vigente de la unidad en el ecosistema minero nacional. Según explica, la influencia del departamento se sostiene tanto en la formación profesional como en la capacidad de anticipar cambios en la industria. Lo resume de esta manera: “Somos formadores de capital humano y es bien reconocido no solo por el perfil de egreso que tienen nuestros ingenieros e ingenieras, sino también porque la universidad es muy vanguardista respecto a los temas que aparecen en la minería hoy en día”.

Voisin describe la minería como una actividad intrínsecamente compleja y cambiante. A su juicio, “la minería es una actividad multidisciplinaria, muy dinámica, enfrenta desafíos que van apareciendo constantemente y que son desafíos mayores”. El departamento cuenta con catorce laboratorios, de los cuales seis son computacionales y el resto experimentales. Desde ahí, se trabaja en conjunto con el Centro Nacional de Pilotaje, con el AMTC, con el Centro de Modelamiento Matemático y con el Centro de Energía, entre otras entidades. “Pasamos por toda la línea, desde la investigación hasta el desarrollo, y gracias al pilotaje hemos testeado tecnología en niveles de madurez tecnológica avanzados”, apunta el director.

Uno de los proyectos que ejemplifica esta orientación fue desarrollado junto a Corfo y pequeños mineros de la zona de Combarbalá, en la Región de Coquimbo. “Este proyecto buscaba erradicar el uso de mercurio en la obtención de oro”, relata Voisin. El equipo del departamento trabajó en el diseño de un proceso rápido y más seguro, basado en la construcción de un horno para la fusión de concentrados gravimétricos de oro, adaptado a pequeña escala y con mejor control de gases y emisiones.

El proceso comenzó con pruebas de laboratorio, caracterización de muestras y definición de las condiciones óptimas de operación. Luego se avanzó al pilotaje y a la construcción de un horno de mayor tamaño en una planta de la zona. “Se validó la tecnología con el Centro Nacional de Pilotaje y hoy en día genera beneficios para esa pequeña minera. Lo que queremos hacer es replicar”, comenta el académico. La tecnología, añade, está patentada y en proceso de registro, y permite obtener un producto de mayor valor, conocido como metal doré, que mejora las condiciones de comercialización para pequeños productores.

Sin embargo, el paso desde el desarrollo tecnológico hacia su transferencia y masificación no está exento de dificultades. Voisin identifica dos cuellos de botella centrales. Por una parte, los tiempos y procedimientos que influyen en el escalamiento y la protección de la propiedad intelectual. “Cuando llega el tema del patentamiento, por lo general esto se gestiona entre la universidad y un tercero, y ahí cuando tienes que comenzar a lidiar con los porcentajes y con la propiedad intelectual se empiezan a entrampar los tiempos. No es por mala voluntad, es porque los procesos son rigurosos”, advierte.

La sustentabilidad se ha convertido en un eje transversal de la formación. El departamento imparte un curso específico de Minería y Sustentabilidad y ha incorporado contenidos ambientales y sociales en la mayoría de sus asignaturas. “En todos los cursos ahora tenemos una arista de sustentabilidad, aunque sea una clase, y además tenemos un curso de la malla dedicado a la sustentabilidad”, señala el director. Allí se abordan temas de agua, energía, emisiones de gases de efecto invernadero, legislación minera, salud y seguridad operacional y economía de los minerales, entre otros.

Mirando a los próximos diez a veinte años, Voisin identifica líneas prioritarias para la investigación y la formación. Una de ellas es la minería polimetálica y el aprovechamiento más exhaustivo de los recursos, considerando la creciente demanda de materiales para la transición energética, la electromovilidad y las tecnologías limpias. “No estamos solamente pensando en cobre y litio. Aparecen el cobalto, el níquel y las tierras raras, y conocer esa minería es muy importante”, afirma.

El académico también subraya la necesidad de avanzar en soluciones para el uso de agua en minería, en coherencia con el desarrollo de plantas desalinizadoras y los impactos que generan sus subproductos en los ecosistemas marinos. A la vez, ve un amplio campo de trabajo en economía circular y en el aprovechamiento de fuentes secundarias de elementos de valor, como la chatarra electrónica y los catalizadores de vehículos, donde Chile podría asumir un rol estratégico en coordinación con otros países de la región.

Otra línea que considera clave es la integración de autonomía, sensorización y análisis de datos para mejorar la seguridad, la eficiencia y la continuidad operacional. “Todavía estamos al debe con la integración entre operación y mantención. Falta profundizar en mantención predictiva, que permita reducir fallas no programadas, optimizar el uso de insumos y aumentar la continuidad operacional”, sostiene. En este sentido, el denominado smart mining con foco en mantención y operación aparece como un campo fértil para el desarrollo de proyectos interdisciplinarios.

Con la mirada puesta en la carbono neutralidad, la automatización,  el potencialmente de la continuidad operacional y las nuevas normativas que habiliten una minera polimetálica, el Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de Chile se plantea como un espacio donde convergen investigación, desarrollo e innovación con la formación de profesionales afines a desafíos dinámicos. “La minería es multidisciplinaria, tracciona el pluralismo y vincula muchas competencias”, concluye Voisin, convencido de que el compromiso con la excelencia profesional, ambiental y social será parte central del sello de las nuevas generaciones de ingenieras e ingenieros de minas.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *