La escasez de agua se ha convertido en un desafío creciente, especialmente en regiones áridas y semiáridas, en donde la necesidad del desarrollo de tecnologías innovadoras para la captura de agua se vuelve cada vez más crucial. En este contexto, los atrapanieblas han surgido como una opción prometedora para abordar este problema, ofreciendo una solución sostenible y efectiva para las comunidades que enfrentan dificultades para acceder a fuentes tradicionales de agua.
Jorge Ricaldi, Licenciado en Geografía y Medio Ambiente, es un experto dedicado a la protección, evaluación y puesta en funcionamiento de sistemas de captura de agua de niebla para usos civiles. Su experiencia y conocimiento en este campo lo han llevado a trabajar en proyectos tanto en Perú como en Chile, donde la escasez hídrica es un desafío constante.
Ricaldi explica que su interés por este tema surgió durante sus estudios universitarios, cuando se enfocó en investigar la relación entre los ecosistemas boscosos y la captura de agua de niebla en los bosques alto andinos de Perú. Con el tiempo, se dio cuenta del potencial de esta tecnología para abordar la escasez hídrica en diversas regiones, especialmente en la franja costera que abarca desde Perú hasta Chile, donde las condiciones climáticas son particularmente áridas debido a la influencia de la corriente de Humboldt.
«La franja Perú-Chile es mundialmente conocida como una de las zonas con mayor presencia de neblina», afirma Ricaldi. «Frente a esta diversidad de opciones, vemos que los atrapanieblas se posicionan como una fuente muy segura para la realización de actividades económicas que promueven el desarrollo de poblaciones que de otra forma tendrían mucho riesgo hídrico».
Los atrapanieblas funcionan mediante la captura de gotas de agua presentes en la niebla, utilizando estructuras específicamente diseñadas para este fin. Estas estructuras, que pueden variar en diseño y materiales dependiendo de las condiciones climáticas locales, permiten recolectar el agua de niebla de manera eficiente y convertirla en una fuente utilizable para usos civiles e industriales.
Sin embargo, Ricaldi también señala algunas limitaciones y desafíos asociados con esta tecnología. Entre ellos, destaca la mineralización del agua de niebla en ciertas regiones, lo que puede resultar en la contaminación del agua recolectada. Además, la falta de regulación y legislación específica en torno a la captura de agua de niebla plantea desafíos adicionales en términos de permisos y autorizaciones para su implementación.
A pesar de los contras, la implementación de los atrapaniebla presenta grandes beneficios ambientales. “No existen problemas mayores porque estamos hablando de una circulación atmosférica sinóptica, donde la fuente de agua es el mar, entonces estás neblinas, luego de pasar la línea de inversión térmica, pasan a una evaporación global donde son arrastradas por las corrientes y los ciclos de circulación global. Nuestra extracción es básicamente el mismo impacto, generaría una planta que extrae agua de mar en temas de volumen, es quitarle muy poco porcentaje a un volumen inmenso.”
A pesar de estos desafíos, Ricaldi sostiene que los atrapanieblas tienen el potencial de nutrir tanto a la sociedad como a las industrias en regiones afectadas por la escasez hídrica. «Las matemáticas y las ciencias han podido sostener, al menos en el papel, el planteamiento técnico para el aprovechamiento masivo del agua de niebla», afirma.
Los atrapanieblas representan una solución innovadora y prometedora para abordar la escasez hídrica en zonas áridas y semiáridas. Con el apoyo adecuado y la regulación apropiada, esta tecnología tiene el potencial de transformar la forma en que las comunidades enfrentan los desafíos relacionados con el agua y promover un desarrollo sostenible en estas regiones vulnerables.