En un mundo donde la longevidad se ha convertido en una realidad innegable, la percepción de la vejez y las personas mayores está experimentando un cambio de paradigma significativo. En este contexto, Ximena Abogabir, una mujer y periodista de 75 años, se ha destacado como un referente en la transformación de la forma en que se ve y se vive la vejez.
La vida de Ximena está marcada por una trayectoria profesional que inició en la publicidad abarcando 12 años de su vida, seguidos por 35 años al frente de la Fundación Casa de la Paz. Durante su liderazgo, la fundación en la década de los 80 se enfocó en la ausencia de conflictos bélicos, pero más tarde, evolucionó hacia la indispensable reconciliación con la naturaleza, comprendiéndola como una amenaza en sí misma. A día de hoy, esta fundación sigue funcionando y Ximena es parte del directorio.
Sin embargo, a los 70 años, Ximena notó un cambio en la percepción de las personas mayores. La sociedad tendía a considerar a las personas mayores como obsoletas, lo que despertó su preocupación por la demografía en evolución. Reconociendo que la longevidad requería un nuevo enfoque, nació la iniciativa «Travesía 100».
Travesía100 se basa en la idea de que una generación que ha trabajado toda la vida aún tiene mucho que aportar y está dispuesta a hacerlo. Con el 80% de la población en su plenitud, la necesidad de generar ingresos se ha vuelto apremiante, especialmente en un país como Chile, donde las pensiones son insuficientes. Lo que comenzó como una intuición se ha convertido en un fenómeno global, impulsado por avances tecnológicos, médicos y el envejecimiento de la población.
“De ahí viene nuestra comprensión de que hay algo importante ocurriendo, pero que como todo lo poderoso también conlleva un riesgo y una oportunidad. Por ellos, nosotros como personas mayores con interés en aportar nuestra experiencia nos subimos a la ola de la innovación y estamos disponibles para que la humanidad llegue a un buen puerto”.
En palabras de Ximena, «La economía plateada es fascinante si se adapta a la realidad local». A medida que las personas mayores representarán aproximadamente un tercio de la población para el año 2050, es necesario cambiar la forma en que percibimos la vida en todas sus etapas. Ya no se trata de prepararse, trabajar y descansar, sino de un ciclo constante de aprendizaje, contribución y disfrute. «El actual modelo de vida no es sustentable, y eso es algo que tenemos que reinventar», enfatiza. La jubilación, en su origen, significaba alegría y gozo intensos, pero en América Latina, la realidad es diferente. La idea de retirarse por completo, como se plantea en el imaginario colectivo instaurado por la vida del primer mundo, no es una opción para muchos. Ello no se relaciona solo con la necesidad de complementar la pensión, sino también con la autoestima, seguir aprendiendo, relacionándose, haciendo ejercicio físico.
Travesía100 surge con la misión de dar un nuevo significado a la vejez, el envejecimiento y promover la interacción intergeneracional. Ximena Abogabir sostiene que tanto los adultos mayores como los millennials prefieren trabajos parciales y flexibles que permitan aprender, relacionarse con otros y, al mismo tiempo, disfrutar de la vida. En síntesis, una vida integral en la cual hay espacio para cuidar a los nietos o leer un libro. “La vida no puede ser solo trabajar como ocurrió con nuestra generación”.
La invitación es a cambiar nuestra perspectiva y descubrir nuevas formas de vivir. En esta visión, ni anciano ni abuelo, sino una vida plena centrada en un propósito que da sentido a cada etapa de la vida que nos hace levantarnos cada mañana. Como dice Ximena, “la vida es corta y merece ser valorada en todas sus fases. Este cambio de paradigma también nos recuerda que todas las generaciones tenemos un rol ineludible para ayudar a las siguientes generaciones a arreglar el lío que les dejamos. Para eso, nada más indicado que la generación intergeneracional”.