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Reforzando el compromiso con la soberanía y la ciencia en la Antártica

En su esfuerzo por reafirmar su compromiso con la soberanía y el avance científico en la región de Magallanes y la Antártica Chilena, Chile subraya la importancia crucial de Punta Arenas. Esta ciudad no solo actúa como un núcleo logístico esencial, sino también como un punto estratégico de apoyo para las misiones científicas y operativas en el continente antártico. La destacada posición geográfica de Punta Arenas permite una conexión eficiente con la Antártica, facilitando el transporte de suministros, personal e investigaciones científicas que son vitales para el conocimiento y la preservación de este ecosistema único.

El Coronel José Alvarado, Comandante del Centro de Asuntos Antárticos del Ejército (CAAE), destaca la importancia de la región de Magallanes y la Antártica Chilena en el contexto internacional, especialmente en términos de soberanía y apoyo a la ciencia global. Este compromiso subraya el papel fundamental de Chile en la custodia del continente antártico, con la ciudad de Punta Arenas como un punto clave de logística y apoyo.

Para el Coronel Alvarado, la visión del General Ramón Cañas Montalva en 1944, que destacaba la importancia geográfica de la zona austral-antártica, sigue siendo relevante. Esta región, que se extiende desde el sur del golfo de Corcovado hasta el Polo Sur, es una unidad geográfica que sirve como un puente logístico esencial para la comunidad internacional. Facilita el desarrollo de actividades científicas en la Antártida, permitiendo el acceso y el apoyo necesarios para investigaciones cruciales en el continente helado. Alvarado destacó: «La importancia de la zona Austral – Antártica, se origina en componer una misma unidad geográfica… que le permite ofrecer a la comunidad internacional un importante puente logístico para el desarrollo de la actividad científica en la Antártica».

Chile ha jugado un papel esencial en el apoyo a la actividad científica en la Antártica, especialmente durante el Año Geofísico Internacional, donde el Territorio Antártico Chileno sirvió como plataforma para la ciencia global, impulsando el Tratado Antártico en 1959. Esta tradición continúa, con la región austral-antártica chilena, contribuyendo anualmente a la generación de conocimiento, la paz y la colaboración internacional.

La región de Magallanes y la Antártica Chilena no solo es vital para la ciencia, sino también para la seguridad internacional. El paso Drake, una importante área de conexión bioceánica, es crucial tanto para la pesca global como para la estabilidad internacional. Alvarado resaltó: «La importancia global de áreas de conexión bioceánica como el paso Drake… se involucra con la seguridad humana: esta área y su protección es un atractivo para situaciones como la pesca ilegal».

«Chile tiene por designio de la Providencia una vocación de custodio de la seguridad internacional”, afirma Alvarado, subrayando la responsabilidad de Chile en la promoción activa del resguardo de esta preciada región. El Ejército chileno desempeña un rol esencial en la Antártica, con misiones que incluyen la planificación, coordinación y dirección de actividades operativas, logísticas y científicas. Estas operaciones son cruciales para sostener el funcionamiento de los medios institucionales en el Territorio Chileno Antártico. La Base Bernardo O’Higgins del Ejército chileno ha mantenido operaciones ininterrumpidas durante 76 años, estableciendo altos estándares operativos en el continente.

Los desafíos naturales y tecnológicos en la Antártica son significativos. El Coronel Alvarado explicó que «Antártica es un entorno naturalmente inhóspito, en la Tierra es lo más similar a tratar de sobrevivir en la Luna con la salvedad de que el continente blanco tiene oxígeno. El continente antártico, es el punto habitado más lejano de los grandes centros poblados a escala global, situación que se intensifica hacia la profundidad de su territorio». El Ejército debe enfrentar tormentas de nieve, bajas temperaturas, terreno difícil y condiciones meteorológicas cambiantes, lo que requiere un desarrollo constante de capacidades tecnológicas y logísticas.

«La presencia militar chilena contribuye activamente a la seguridad y paz de la Antártica, permitiendo el desarrollo de la ciencia internacional en un entorno desafiante» afirma Alvarado, destacando la colaboración con científicos y la provisión de seguridad humana, como búsqueda y rescate, abriendo rutas para que científicos puedan generar investigaciones hacia la profundidad del territorio.

En cuanto al futuro, el Coronel Alvarado subrayó la importancia de la preservación del continente antártico, especialmente de cara a la revisión del Protocolo de Madrid en 2048. «El mayor desafío del Ejército de cara al futuro, es consolidarse como un operador antártico internacionalmente reconocido, a fin de que más científicos soliciten nuestro apoyo y por medio de esto, contribuir a fortalecer la visión de Chile en el marco del Sistema del Tratado Antártico, siendo un apoyo a la materialización de la política exterior,» afirmó, enfatizando la necesidad de modernización y flexibilidad para fortalecer la visión de Chile en el Sistema del Tratado Antártico.

Chile, con su compromiso continuo y su liderazgo en la región Austral-Antártica, reafirma su papel como custodio de la Antártica, promoviendo la ciencia, la paz y la seguridad internacional desde Punta Arenas, una ciudad clave en esta misión global.

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