En el marco del Día Mundial de los Océanos, James McPhee, ingeniero civil especialista en recursos hídricos y medio ambiente, destaca la importancia de comprender la estrecha relación entre los ecosistemas costeros y de montaña para abordar los desafíos del cambio climático y el calentamiento global.
El Ingeniero Civil James McPhee, reconocido especialista en recursos hídricos y medio ambiente, y presidente del directorio de la Fundación Para La Transferencia Tecnológica – UNTEC, subraya la estrecha vinculación entre los ecosistemas costeros y de montaña en la comprensión de los escenarios futuros.
Según McPhee, los ecosistemas costeros oceánicos, que incluyen el borde costero y sus ecosistemas asociados, dependen significativamente de la mezcla de aguas saladas del océano con el agua dulce proveniente de los ríos. Esta interacción es crucial para comprender los posibles cambios hidrológicos que pueden experimentar los ecosistemas de montaña, particularmente vulnerables al cambio climático.
«Es esencial comprender la vinculación entre las montañas y los océanos para anticipar escenarios futuros», afirma McPhee. Los ecosistemas de montaña, debido a su sensibilidad al cambio climático, pueden experimentar alteraciones en la cantidad y temporalidad de los flujos de agua dulce que llegan a las zonas costeras.
En relación con el papel de la ciencia, McPhee enfatiza que la investigación y el conocimiento científico son fundamentales para comprender el funcionamiento de los sistemas naturales. Sin embargo, destaca que la ciencia por sí sola no puede determinar las acciones a seguir. Es necesario combinar diferentes disciplinas y considerar las necesidades y vínculos de las personas y las comunidades que dependen de la naturaleza para su bienestar.
«La ciencia puede aportar conocimiento y comprensión, pero también es crucial involucrar a la sociedad en general», asegura McPhee. La participación activa de la sociedad es esencial para abordar los desafíos del cambio climático y garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas costeros y de montaña.
Con el Día Mundial de los Océanos como plataforma para la concienciación y la acción, se espera que la sociedad en su conjunto se comprometa con la preservación de estos ecosistemas cruciales. La colaboración entre científicos, expertos, líderes y la comunidad en general es relevante para garantizar un futuro sostenible para nuestros océanos y para nosotros mismos. El Día Mundial de los Océanos se celebra anualmente cada 8 de junio desde 2008, cuando fue oficialmente designado por la ONU. Esto surgió como propuesta durante la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, y desde entonces, ha servido como instancia para concienciar sobre el impacto humano en este ecosistema, y promover su gestión sostenible.