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Rodrigo Cortés Lobos: Abriendo camino en la gestión tecnológica

El director de la Fundación para la Transferencia Tecnológica, Rodrigo Cortés Lobos destacado ingeniero agrónomo, nos reveló su trayectoria de 20 años en el campo de la gestión tecnológica. Con 48 años de edad, Cortés ha sido un pionero en el impulso de la gestión tecnológica en Chile y su vinculación con el sector empresarial.

Su trabajo ha sido fundamental para unir la investigación científica con las necesidades de la industria, generando un impacto significativo en el desarrollo del país.

«Cuando comencé mi carrera, noté que los productos agrícolas tenían una sólida base técnica, pero enfrentaban numerosos obstáculos en su comercialización», señala Cortés. En busca de soluciones, decidió realizar una maestría en Alemania, y a su regreso, fundó el primer programa de magíster en gestión tecnológica para la biotecnología en Chile en el año 2004. Este programa fue un hito en su época, ya que la innovación y la gestión tecnológica no eran temas ampliamente abordados en el país.

«En ese entonces, la colaboración entre universidades y empresas en investigación, desarrollo e innovación era aún más complicada. Por ello, formamos las primeras generaciones de gestores tecnológicos, profesionales capaces de actuar como puente entre ambos sectores», explica Cortés, quien se ha convertido en un referente en este ámbito.

El compromiso de Cortés con el desarrollo tecnológico fue más allá, llevándolo a obtener un doctorado en política pública y ciencia & tecnología con mención en energía y medio ambiente en el GeorgiaTech de Estados Unidos, referente mundial en desarrollo tecnológico y transferencia tecnológica. Durante su especialización, se enfocó en el tema de transferencia tecnológica, un área que lo apasiona profundamente.

«Trabajando en el ámbito de los recursos naturales en Chile, me he dado cuenta de que para que el país se desarrolle es necesario dar un salto tanto cualitativo como cuantitativo en nuestra forma de vincularnos con las empresas. En este sentido el Estado ha jugado un rol preponderante en crear un ecosistema de innovación habilitando capacidades mediante la generación de centros de I+D de excelencia como el Advanced Mining Technology Center (AMTC), centro basal ANID al que he dedicado mi trabajo durante los últimos 10 años. Las universidades en estos últimos años han realizado una gran labor en orientar sus esfuerzos para crear conocimiento que genere valor y que permita solucionar problemas concretos de las industrias del país. Falta generar mayores lazos de confianza entre universidades y empresas para aplicar estos conocimientos en desarrollos tecnológicos que sumen esfuerzos compartidos.»

«El generar un nuevo desarrollo tecnológico desde las etapas más tempranas de madurez tecnológica hasta escalar a niveles de pruebas pilotos y finalmente transferirlas a la industria no es una tarea fácil ni rápida, requiere del trabajo persistente de investigadores, ingenieros y personal calificado, y recursos económicos y de infraestructura adecuada para lograrlo. En mi experiencia, alcanzar este objetivo es una meta a mediano plazo (10 años en promedio). Puede parecer mucho tiempo, pero el solucionar problemas que posee la industria por mucho más tiempo paga el esfuerzo dedicado. Para dar un salto en el tipo de exportaciones que históricamente realiza el país, debemos dejar de depender únicamente de las materias primas y comenzar a exportar tecnología», afirma Cortés. Además, destaca el potencial de la Universidad de Chile para desarrollar conocimiento que pueda ser valorado, no solo en investigación básica, sino también en investigación aplicada que aborde problemáticas de la industria.

El rol de Cortés ha sido clave en este proceso, ya que ha logrado establecer un vínculo fundamental entre el lenguaje científico y el comercial, impulsando la colaboración entre investigadores y la industria. Su objetivo principal es desarrollar tecnología de vanguardia en Chile que impacte en la industria tradicional y, a su vez, genere exportaciones tecnológicas.

«Lo que me motiva es pensar en las futuras generaciones, en un Chile que no solo exporte materias primas, sino también tecnología. Creo firmemente en el potencial de nuestro país y en la capacidad de nuestros investigadores para marcar la diferencia», concluye Cortés, un verdadero pionero en la gestión tecnológica.

Sin duda, Cortés es una figura destacada en la promoción de la transferencia tecnológica en las industrias de recursos naturales en Chile. Su incansable labor en la Fundación y su compromiso con el desarrollo del país lo convierten en el personaje del mes, inspirando a las nuevas generaciones a explorar y aprovechar el potencial de la tecnología como motor de crecimiento y transformación.

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